Así como el estudio de los
números naturales surgió de problemas prácticos, el estudio de la geometría se
desarrollo por la necesidad de medir el área de superficies de terreno (o de la
tierra en general).
La historia de la Matemática nos revela
que los hombres del antiguo Egipto debían restablecer los límites de sus campos
después de cada crecida del río Nilo. El problema era complicado, pero la tarea
se facilito considerablemente cuando se dieron cuenta de que podían dividir el
terreno por medio de triángulos apropiados y así restablecer líneas imaginari
as
que delimitaban propiedades.
El triángulo es el polígono más
sencillo, pero no por eso menos interesante. Alrededor nuestro lo encontramos
formando parte de construcciones, objetos, figuras, etc.
Vista su simplicidad nadie diría
que puede tener tanta utilidad en el desenvolvimiento de todas las cuestiones
geométricas. Su estructura rígida, indeformable, lo hace imprescindible en
las construcciones de tendidos eléctricos, puentes, techos, etc.
A pesar de su aparente fragilidad
y de lo sencillo de su composición, muchas de las estructuras construidas a
base de triángulos tienen una belleza serena y espectacular al mismo tiempo.
¿Por qué son tan importantes los triángulos?
Si dibujas cualquier polígono, de
cualquier número de lados y empiezas a trazar rectas que unan vértices, verás
que siempre es posible descomponer el polígono en triángulos.
Esto nos facilita
mucho el poder estudiar cualquier polígono y nos indica por qué los triángulos
son tan importantes: si conocemos bien las propiedades, características, área,
etc. De los triángulos sabemos también mucho de todos los demás polígonos.


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